GRACIAS MUCHACHADA!
GRACIAS, CHE! A cada una de ustedes quienes por primera vez se animaron a dejarme un mensajito.
GRACIAS, CHE! A las que están siempre, pero siempre pegándose una vueltita por acá y me lo hacen saber.
GRACIAS, CHE!A las más de 600 que pasaron y aunque no escribieron, se asomaron a leer "Ser Gorda" o "Cocinando viandas saludables".
Gracias a todas y a cada una, muy especialmente a...
Mamy a la obra
Ana Carolina Oleiro
Laura
Claudia
Graciassssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
Se siente muy bonito cuando te dan unas palmadas en el hombro y te alientan a seguir, pero con disfrute, sin obsesionarse, privilegiando la salud, de paso beneficiándose lo estético, no perdiendo la sonrisa.
No abundamos las gordas en el mundo blogger, así que -prejuiciosamente- pensaba que quizás esa botella lanzada al mar virtual, sería solo eso.
Pero, una vez más, este mar generoso de gente linda , me devolvió la botella llenita de centenares de visitas y de mensajes que me motorizan a seguir y que me emocionaron por la solidaria humanidad con la que fueron escritos ( casi de la emoción me zampo un cacho de torta...jajajja),
Las que pasan por cuestiones como las mías, saben que no es fácil, que se sufre mucho, que se llora también, que a veces se dejan de hacer cosas, que odiás a las vendedoras cuando entrás a un local y te relojean de arriba abajo y te dicen ¿" es para vos? No sé si tengo talle".
Sé que hoy me siento feliz con mis logros, pero también sé que tranquilamente la semana que viene o mañana mismo sin ir más lejos, el mejor plan podría ser encararle sin la menor culpa a una seguidilla de ricas y calóricas comidas que de saludable poco y nada.
Lo sé, lo vengo sabiendo desde siempre.
No hay dietas, ni recetas mágicas. No las hay. Todo es un camino. Con pasos chiquitos.
No hay alimentos prohibidos, ni platos que no se puedan comer jamás.
Siempre se puede tropezar, y ver cómo te gana la gorda que se aloja ovillada en la zabiola , pero es entonces cuando uno puede volver a levantarse desde donde estabas.
Y retomar.
Siempre retomar.
SIEMPRE RETOMAR.
Ahí está el mayor desafío.
Es un cambio en la manera de pensarse y de entender la alimentación.
En mi familia que, quizás es como en la de muchas, todo, todo, todo es convocante a través de la comida.
Así que me imagínate lo muuuuuuuuuuuuuucho que me cuesta todo este temazo.
Pero mientras dure el viento de cola, lo pienso disfrutar.
Y si algún día más lejano o más cercano, ven que desbarranqué, entonces sean piadosas y recuérdenme que tengo una sonrisa irresistible...jajajaj!
Las puedo querer??? Graciasssssss!