miércoles, 31 de agosto de 2016

Un Croque Madame al solcito de las Tullerías

El lunes te mostré la caminata por los Champs Elysées, Caminamos y caminamos contentos por tanto disfrute. El sol coronaba un domingo perfecto, sin sabor a domingo bajón. Y se nos antojó volver a los jardines de las Tullerías a picotear algo.
Ya nos acercábamos a la Place de la Concorde...Detrás de esta comienzan los jardines.




Acá sigue la fiesta.



Ya las sillitas verdes que tanto amamos en estos parques están coptadas por disfrutadores plenos.


Pero a nosotros se nos antojó un Croque Madame al sol.


Y sí, en medio de los jardines, un bonito lugar para hacer un alto en el camino.




Un almuercito tranqui, para poder seguir caminando.



Y el sol...el sol pura caricia.


Un sol permitiendo a grandes y chicos, disfrutar de un día domingo festivo.






Nosotros seguimos camino buscando un rico heladito.



Al salir de las Tullerías nos encaminamos a la Place de la Vendôme ( que data del siglo XVII) , donde está el famoso Hotel Ritz y todas las joyerías más caras del mundo mundial.


Al salir de las Tullerías y en camino hacia la Vendôme te cruzás con el monumento ecuestre a Juana de Arco en la Plaza de las Pirámides. Allí había un grupo de seguidores, conmemorando la memoria de esta heroína francesa.


Conocés la historia de Juana de Arco?

"Un 6 de enero de 1412 nace en Domremy, Jeanne, hija de campesinos, que desde niña sintió gran devoción por la oración. En esos años de niñez, un ataque inglés destruyó por completo su aldea y asesino a sus padres y hermana, por lo que fue enviada a vivir con unos parientes a otra aldea cercana.
Cuando tenía trece años creyó que había oído la voz de Dios, que se repetía en numerosas ocasiones. Más tarde, confesó haber visto a San Miguel, Santa Catalina de Alejandría y Santa Margarita, cuyas voces la acompañarían durante el resto de su vida.
Desde ese momento Juana, siente que tenía un destino escrito ya por Dios y, aunque suene a historia novelada, lo cierto es que el papel de Juana de Arco en la gesta de lo que es hoy Francia como nación fue más que fundamental.


A principios de 1429, en plena guerra de los Cien Años y cuando los ingleses estaban a punto de capturar Orleáns, las voces que guiaban a Juana la exhortaron a ayudar al Delfín ( quien más tarde se coronaría como Carlos VII. ).
Juana se acercó y  convenció al Delfín de su mandato divino de salvar a Francia.
Un grupo de teólogos aprobaron sus peticiones y se le concedieron tropas bajo su mando. Juana supo ganarse el respeto de los Generales franceses, quienes debieron acatar sus ordenes y enseñarle sobre el manejo de las armas y la estrategia militar. Esta decidió vestir uniforme de hombre y cortar sus cabellos, para no ser subestimada por los soldados.
Así condujo al ejército francés a una victoria decisiva sobre los ingleses en Patay, al tiempo que liberaba Orleáns, con esto se cumplió lo que Juana había anticipado. Carlos VII, fue coronado Rey, en la ciudad de Reims, uniendo al pueblo francés y poniendo fin a los sueños ingleses de imponer su hegemonía sobre Francia."

El final de esta verdadera heroína es trágico, como no podía ser de otro modo en tiempos en que una mujer que se levantara en armas y vistiera ropa de hombre no podía ser nada bueno a los ojos de la retrógrada mirada masculina del medioevo. Lo cierto es que Juana es venerada en cultos por patriota ilustre, al nivel de Napoleón o Carlo Magno.

Después de haber presenciado este homenaje seguimos camino y al andar, nos encontramos con estas otras curiosidades de lo cotidiano...






Rico no? Bueno, por hoy suficiente, que ya te dí mucha lata.
Un abrazo inmenso. Ojalá te haya gustado el post de hoy. A mí estar acá con vos compartiendo, en lo personal, me está salvando. Hasta el viernes!
















lunes, 29 de agosto de 2016

Les Champs Elysées libre de tránsito, una fiesta!

Hoy te propongo recorrer los Champs Elysée tan conocidos como avenida ícono de esta ciudad, pero en un domingo abierto a todo público sin que puedan andar los autos. Se fomenta el uso de la bicicleta, un domingo al mes y se cierra la avenida al tránsito. La experiencia resultó un golazo.


Siempre que vamos a París nos damos una vuelta por los Campos Elyseos, porque en esta avenida están las casas de automóviles con los modelos más increíbles que te puedas imaginar. Yo no soy nada fierrera, pero al Vasco le gusta ver qué novedades salen en términos de 4 ruedas. Por supuesto que también están las firmas de moda más emblemáticas, pero ni mi billetera, ni mi talle XXL, ni mi ondita, tienen que ver con  esa moda tan apreciada. Salvo, por este vestidito con el que hubiera hecho una honrosa excepción de haber sido muy flaquiiiiiiiiita. Te juro que me lo chantaba.


(Che, me parece a mí, o este es Flavio Mendoza...jaja)




Mientras el Vasco entra a ver los autos futuristas, yo me quedo en la calle para disfrutar de la gente. Aunque también lo acompaño en algunas marcas para dejarme sorprender por los diseños.


Vamos, salgamos todos a caminar.


París está de fiesta.


Calorcito y un día que empezaba a prometer.




De a poco la avenida se va poblando de viajeros, turistas, pero sobretodo de familias parisinas con ganas de pasear al sol por una avenida tan hermosa.



Desde el Arco del Triunfo caminás por esta avenida y desembocás en la Place de la Concorde. 


En cambio si vas en sentido contrario terminás en la Defense que te mostré en el post del viernes pasado.




Pero antes de larganos por el medio de la avenida, nos asomamos a Ladurée , que en primavera te propone tomar alguna de sus delicias, además de en su precioso salón, hacerlo en una terraza sobre la vereda que era muy "biutiful".






A pesar de que no era todavía el mediodía ya había cola para lograr una mesita en la calle. El día estaba precioso.


Y si no...unos heladitos al paso que eran toda una paquetería.





Bueno, ahora sí...a patear por la avenida!






A pesar de la mucha gente, se podía andar perfectamente caminando o en bici. Parece una gran aglomeración pero había espacio cómodo para todos.


Y si no me creés lo que te muestro,  mirá a esta peque preciosa, que me hacía acordar a mis sobrina Catalina, tan pancha con su trotinet.


No es una bonita total?


Te dije automóviles y no te mostré nada.
No sé si te gustarán...a mí no me mueven la aguja, pero como decía Lili, mi amiga del alma, para gusto los colores.



Este se lo compraría a mi Vasco. Porque es elegante y canchero.


Y si yo volviera a manejar...alguno de estos sería para mí...para estacionarlos en cualquier lado...




( Aunque mi corazón de niña eterna se quedaría con este, el de Meteoro...jaja. Cuando viajamos con el Vasco, en nuestro modesto autito, siempre le digo que yo soy su Chispita, la mona que acompañaba a Materoro, un dibujito que veía con mi hermano hace 40 años atrás.)


Ah, no....mirá este otro....Para ir a la escuela todos los días,un poco mucho, no les parece?



Y este narigón...?


El olorcito a cuero se huele desde acá tras la pantalla.


Este lo tendría para andar con mis amigas...todas con los pelos al viento matándonos de risa, cantando o paveando como hacemos siempre.


Pero bueno, volvamos a la realidad...otra vez a la calle, y al salir de la Place de la Concorde...mirá con qué nos cruzamos....naaaaaa. Es París, no hay otra!



Nosotros seguimos camino. Queremos comer al solcito. El miércoles te muestro. Un besote y muy buena semana. Gracias por estar ahí!