lunes, 25 de septiembre de 2017

Un imperdible de Santiago, disfrutar del barrio Italia.

Seguimos en aquel viaje a Santiago, recorriendo hoy el Barrio Italia, un especie de Palermo Soho.

Tomamos el metro para ir a conocer este barrio tan pero tan bonito, acogedor, repleto de tienditas con lo último de lo último en materia de tendecia.
El metro nos dejó algo retirado, pero aunque esas cuadras eran bastante desangeladas, siempre hay algún detalle en el que reparar.Como en esta sastrería que vaya a saber el tiempo que llevaría allí. Al pasar por la vereda de enfrente me pareció ver la silueta de un hombre trabajando con la luz natural que pudiera entrarle.


Y cuando acerqué la lente de la cámara me encontré con esta imagen tan bella de un hombre muy mayor entregado a sus tareas de quizás, toda la vida.







Y es aquí donde comienza todo.



Todavía era muy temprano, vimos que la zona empezaba a poblarse bastante más cerca del mediodía y hasta pasado el almuerzo. Así que lo tuvimos casi para nosotros solos, aunque bien sabés lo que - en lo personal- me gusta cruzarme con otras personas cuando estoy de viaje, porque en cada una de ellas puedo entender más y mejor el lugar que visito.






















Nos metimos en este restaurante italiano con idea de volver más tarde. Nunca imaginamos que se convertiría en nuestro restaurante de cabecera de ahí en adelante.





Es en este barrio donde se encuentran las casas que venden muebles antiguos, usados y muchos de ellos con miles de posibilidades.























Donde fueres has lo que vieres...así que no podíamos volvernos sin probar un mote con huesillo. 



Hacía calor y nos resultaba muy bien una bebida fría a mitad del paseo.


Acá el Vasco en versión Wally no parece estar muy decidido a entrarle.


Pero su curiosidad gourmet puede más y se manda.


Bebida sin alcohol azucarada con duraznos hidratados y mote de trigo. Se sirve bien helado y con una pizca de canela.



Seguimos caminando y entrando a cuanto negocio, café, restaurancito nos cruzamos en el camino.




Humor de salón.


Podés creer este mueble? Por qué tan lejos de casa y a tan buen precio???????



Es un barrio lleno de detallitos.







Ahora sí, ya es hora de ir aprontándonos para almorzar.


Volvimos al restaurancito italiano, como habíamos prometido hacer.  Ya ves que mi interés por el mundo italiano, viene de lontano y abarca varios planos de esa civilización fundante.


Te gustan las pastas artesanales y estás por Santiago? Por fa no te lo pierdas!


Otro día de panza y alma llenas. Más feliz que una perdiz!
Y para que veas que nunca digo una cosa por otra, acá fotos de otro almuerzo en el mismo lugar.





                               Que estemos muy bien! Buenísima semana para todos! Y viva la vida!